En el mundo actual en el que vivimos dónde los cambios son constantes, aprender defensa personal niños va mucho más allá de aprender técnicas. Ayuda a los estudiantes a trabajar su mente, a confiar en ellos mismos y a respetar su propia disciplina.
En este artículo queremos explicar el paso a paso de como nuestras clases de artes marciales para niños van ayudando al crecimiento de nuestros jóvenes.
Fortaleciendo la confianza y la autoestima
Al trabajar técnicas de defensa personal reales, ayudamos a que los niños vivan situaciones cotidianas y al superarlas conseguimos que se fortalezca su confianza personal. Al aprender a defenderse empiezan a sentirse más seguros.
Sentirse seguro ya no solamente lo usaremos para poder defendernos en caso de peligro sino nos aporta una tranquilidad a la hora de enfrentar situaciones de peligro o estrés.
Obviamente cuando alguien se siente seguro de si mismo y tiene la confianza necesaria para defenderse también se siente seguro de si mismo en las demás secciones de su vida.
Por eso la mejora de la autoestima en los niños se ve reflejado en la mejora del rendimiento escolar.
Igual que es importante extraescolares como Kumon, las artes marciales infantiles deberían estar en el día a día de las familias
Disciplina y respeto: el camino del éxito
Las artes marciales para niños no solamente se practican las defensas de situaciones de peligro. También se aprende a interiorizar valores como la disciplina y el respeto.
En cada clase, los estudiantes aprenden a escuchar a su maestro, a trabajar con sus compañeros y a confiar en sus habilidades para superar los obstáculos. La misión de las escuelas de artes marciales es conseguir que estos valores también se apliquen a su día a día.
Los niños que practican artes marciales y autodefensa tienden a desarrollar una actitud de respeto hacia los demás, ayudándoles a construir relaciones sanas y basadas en valores positivos.
Combatiendo el bullying con defensa personal
Quizás el benefició más lógico a la hora de aprender autodefensa es el de adquirir conocimientos para no sufrir ataques. Les ayuda a evitar conflictos, a analizar posibles situaciones de riesgo y a solucionar de forma amistosa posibles problemas con otras personas.
Este empoderamiento reduce las probabilidades de ser víctimas de bullying y les permite apoyar a otros que podrían estar en situaciones similares.
Enseñar defensa personal a los jóvenes es una inversión en su bienestar y crecimiento. En TKS Barcelona ofrecemos clases especializadas que ayudan a niños y adolescentes a desarrollar estas habilidades fundamentales.
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